Esta es una frase que llegó a mí hace pocos días y transformó mi forma de entender las ventas.
Aceptar este principio de las ventas me llevó a hacer un desglose del mismo y hoy quiero compartirlo contigo mediante 3 claves.
- El producto más vendido no necesariamente es el mejor
- No es el producto más económico o el más costoso
- No existe el producto perfecto

Imagen: Pixabay
El producto más vendido no necesariamente es el mejor
Muchas veces nos la pasamos creando y trabajando en el mejor producto, enamorándonos del mismo, creyendo que al lanzarlo al mercado será bien recibido, aceptado y las personas invertirán en él. ¡FALSO!
No es así, el producto que las personas compran son los que conocen y le solucionan su problema o necesidad.
No necesariamente es el mejor producto en el mercado, de nada sirve ser mejor que otros si no conocen ese producto. Si no se conoce el producto el mercado, los clientes no lo comprarán.
No vende el producto “más económico” o el “más costoso”
No es cierto, vende el producto más conocido y el que tiene más aceptación en el mercado. Las personas pagarán por lo que les de resultados y mientras más rápido le brinda los resultados, más elevada será la inversión y estarán más dispuestos a pagar por él.
No se trata de vender “barato” o vender “caro”, se trata de ofrecer el producto que resuelve el problema, pero si no conocen tu producto no lo venderás.
No vende el producto “perfecto”
Y es así porque no existe un producto perfecto, sólo existen productos que satisfacen las necesidades de los clientes, esto es: les gusta o no, les sirve o no, lo conocen o no, les atrae o no.
No se trata de crear el producto “perfeto” se trata de crear un producto que sea aceptado por el cliente al que atiendes y le muestres los beneficios del mismo. Si atiende su necesidad pagará por él.
Conozco personas que están dispuestas a pagan miles de dólares por un champú, por una cartera, por un reloj, por un entrenamiento y/o por muchas cosas, sólo porque les brinda la oportunidad de satisfacer sus necesidades.
No vende el mejor producto, vende el producto más conocido y aceptado por el cliente».
Entonces, cada vez que pienses que no vendes por no tener el mejor producto, recuerda que no vende el mejor, vende el que es más conocido y aceptado por el cliente.
Nos vemos pronto en un nuevo artículo.
Katia

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