Seguimos a líderes íntegros, auténticos y coherentes

Cuenta una historia que una mujer llevó a su hijo con un sabio, el mismo que se sorprendió al verlos. ⁣

En el encuentro, la madre le pidió al sabio “𝑝𝘰𝘳 𝘧𝘢𝘷𝘰𝘳, 𝘥í𝘨𝘢𝘭𝘦 𝘢 𝘮𝘪 𝘩𝘪𝘫𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘦𝘫𝘦 𝘥𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘦𝘳 𝘥𝘶𝘭𝘤𝘦𝘴”.⁣

El sabio la miró, miró al niño y respondió “𝘳𝘦𝘨𝘳𝘦𝘴𝘦 𝘭𝘢 𝑝𝘳𝘰́𝘹𝘪𝘮𝘢 𝘴𝘦𝘮𝘢𝘯𝘢”.⁣

A la semana siguiente, la madre regresó con el niño y le pidió nuevamente al sabio “𝑝𝘰𝘳 𝘧𝘢𝘷𝘰𝘳, 𝘥í𝘨𝘢𝘭𝘦 𝘢 𝘮𝘪 𝘩𝘪𝘫𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘦𝘫𝘦 𝘥𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘦𝘳 𝘥𝘶𝘭𝘤𝘦𝘴”.⁣

Esta vez el sabio sonrió y le mirando fijamente al niño le dijo “𝘥𝘦𝘫𝘢 𝘥𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘦𝘳 𝘥𝘶𝘭𝘤𝘦𝘴, 𝘯𝘰 𝘴𝘰𝘯 𝘴𝘢𝘭𝘶𝘥𝘢𝘣𝘭𝘦𝘴, 𝘢𝘴í 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘷𝘪𝘵𝘢 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳𝘭𝘰”. ⁣
El niño lo escuchó y después de una breve reflexión, se comprometió a hacerlo.⁣

La madre, después de agradecerle se acercó al sabio y le consultó ¿𝘗𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦́ 𝘮𝘦 𝘩𝘪𝘻𝘰 𝘦𝘴𝑝𝘦𝘳𝘢𝘳 𝘶𝘯𝘢 𝘴𝘦𝘮𝘢𝘯𝘢 𝑝𝘢𝘳𝘢 𝘩𝘢𝘣𝘭𝘢𝘳 𝘤𝘰𝘯 𝘮𝘪 𝘩𝘪𝘫𝘰?⁣

El sabio sonriente contestó “𝑝𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘢𝘤𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘴𝘦𝘮𝘢𝘯𝘢 𝘺𝘰 𝘢𝘶𝘯 𝘤𝘰𝘮í𝘢 𝘥𝘶𝘭𝘤𝘦𝘴”.⁣

Esta historia nos habla de la importancia de ser coherentes en nuestra vida, no pretendamos que otros hagan lo que no estamos dispuestos a hacer, porque ser líderes implica vivir en coherencia y autenticidad.⁣

Recuerda que sólo seguimos y apreciamos a los líderes íntegros, auténticos y coherentes.⁣

Sigamos profundizando en liderazgo y seamos esos líderes que queremos encontrar en nuestro camino.⁣

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Katia

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