Hoy quiero que conversemos sobre la alegría y el poder que tiene ésta en el liderazgo, las relaciones y los espacios laborales.
En un mundo donde la productividad y la eficiencia suelen dominar la agenda diaria, la alegría puede parecer un lujo, pero en realidad, es una necesidad. Cultivar la alegría no solo mejora el bienestar personal, sino que también impacta directamente en la calidad de nuestro trabajo, nuestras relaciones y nuestra capacidad para liderar; Daniel Goleman, dice: «La alegría es contagiosa, y un líder alegre eleva el rendimiento del equipo.»

Imagen de: pixabay.com
¿Qué es la alegría y por qué importa?
La alegría no es lo mismo que la felicidad constante. La alegría es una actitud interna que se nutre de la gratitud, el propósito, la conexión con los demás y el disfrute del momento presente. Es una fuerza que renueva la mente, el cuerpo y el espíritu, y que tiene un efecto multiplicador en los equipos y las organizaciones. Así podemos reconocer que en la vida diaria la alegría eleva la energía, facilita la resiliencia, fortalece las relaciones y aumenta la creatividad.
¿Por qué es importante en el liderazgo?
Richard Branson es un claro ejemplo de un líder que lleva la alegría consigo y lo contagia a quienes lidera, en el libro «Lidera y Diviértete como Richard Branson», contó sobre sus memorias lo siguiente:
Cuando fui a la escuela, me preguntaron: ¿Qué quieres ser cuando crezcas?. Yo escribí FELIZ. Me dijeron que no entendí la tarea, y les dije que no entendían la vida. Creo que este sentimiento es increíblemente poderoso y verdadero.
Branson ha logrado mucho en su vida, ganó su primer millón a los 23 años, ha fundado una de las compañías más exitosas y sigue siendo esa persona que marca el éxito de la vida desde un enfoque de felicidad, alegría y diversión.
Entonces, si hablamos de la importancia de la alegría de un líder, podemos decir que ésta es mucha porque favorece en todos los aspectos no sólo el bienestar propio, sino el bienestar de los otros.
Un líder que lleva la alegría consigo, sabe motivar a su personal, mejora el clima laboral, potencia el rendimiento de su equipo, reduce el agotamiento y el ausentismo, fomenta la creatividad y la innovación.
Cómo cultivar la alegría
Son varias las prácticas que un líder y todo profesional puede realizar para cultivar la alegría en su vida, como son: prácticas de relajación, prácticas de mindfulness, prácticas de gratitud, rutinas físicas y espirituales; así como el vivir procesos de coaching.
No evitar la realidad
Es importante aclarar que un liderazgo donde se practica la alegría no evitará, ni debe hacerlo, el ignorar los desafíos que se presenten, el tomar decisiones que pueden parecer «duras» y/o liderar con firmeza cuando sea necesario. Por el contrario, practicar la alegría como líder debe ser una decisión consciente que traerá varios beneficios para sí mismo y para su entorno.
Conclusión
La alegría es una capacidad muy poderosa y que renueva. Practicarla como líder ayuda a mejorar todo espacio donde esté presente e influirá positivamente en la motivación y el rendimiento del equipo de trabajo.
Quedémonos con esta frase de Brené Brown:
«El liderazgo auténtico está fundamentado en la conexión emocional; la alegría genuina fortalece esa conexión.»

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